-¿Quién es Eva Mena?- y cuéntanos como empiezas en la fotografía.
Eva Mena es una muchacha andaluza de 26 años, fotógrafa y comunicadora audiovisual, que se mueve buscando la cotidianeidad y la pureza de lo que siempre la ha rodeado. La fotografía me ha gustado desde siempre: mi tía era fotógrafa y escritora, escribía letras de fandangos y hacía una fotografía muy similar a la mía, mi tío, poeta, mi abuelo materno tenía un baúl lleno de casetes de la Jurado… ¿A quién voy a salir yo? Si desde chica tengo afición por ir a las casas y preguntar por los álbumes familiares jajajaja. La fotografía es esa navaja suiza que siempre me ha ayudado a expresarme y a vomitar mis emociones, pero no es hasta la llegada de la pandemia cuando realmente me redescubro a mí y a lo que me apasiona hacer: la fotografía documental.
Hablamos con Eva Mena «Me emociona, me gusta la humildad de las personas mayores y lo que valoran los detalles»
-¿En qué momento de tu vida decides iniciarte en el arte?
Pues si te digo la verdad, tuve mis dudas, sobre todo porque algún que otro ‘novio’ que tuve me dijo que ya había muchos fotógrafos en el mundo, que la fotografía era un hobbie y que de eso no se vive, o que iba a vivir debajo de un puente jajajaja. Osea, me han llegado a decir que vivo en los mundos de yupi con mis fotos, así que mi consejo es que gradúes el oído y escuches solo a la gente buena: a esa gente que es tu colchón emocional y te impulsa. Te hablo de mi yo de 18 años que decidió estudiar Comunicación audiovisual y no es hasta metidos los 25 cuando he aprendido a no escuchar a esa gente. Así que aprovecho y agradezco una a una a las personas que actualmente me rodean porque son mi colchón y mi impulso: mi familia, mis amigas, mi abuelo Manolo y mi Antonio.
-¿Qué tiene tu trabajo que hace diferenciarte del resto? Yo creo que dos cosas: tranquilidad y realidad. Si es que hoy en día vivimos agobiaos, todo pasa muy rápido, hay una filosofía horrorosa del <aquí y ahora> y las redes están llenas de lo mismo, vídeos rápidos, demostraciones falsas de felicidad y bienestar… No sé, yo no me empeño en demostrar nada, solo capto y muestro mi verdad, y eso es bonito.
-¿Qué es para ti el arte? Un concepto muy abstracto. Te lo resumo en un hecho: si me pone los pelos como escarpias, eso es arte para mi. No te lo puedo explicar mejor, es como que me llame, que me haga volverme, retenerme, fijarme, me envuelva y me ponga los pelos de punta.
-¿Qué te inspira en tu día a día? Muchas cosas: la ropa tendía, el campo, Rocío Jurado y el flamenco en general, las manos arrugadas, el amor… Y sobre todo mi abuelo. Yo me siento en un momento muy especial, te podría decir hasta privilegiada por tener a mi abuelo al lado y estar dándole todo el tiempo y la voz que se merece, a él y a los abuelos y abuelas en general.
-¿Cuál seria tu shoot perfecto? Perfecto no hay nada en este mundo, pero si que sería en el campo, con luz natural, ropa tendía por detrás, una silla de enea… y por supuesto un rostro que me cuente una historia.
-¿Cuáles son tus referentes a nivel nacional? En cuanto a fotografía, me encanta y apasiona Atín Aya, Cristina García Rodero, Colita, Pérez Siquier… Me gusta mucho lo antiguo, hasta los dulces antiguos jajajaja.
– ¿Podrías contarnos una anécdota curiosa de tu trabajo? Lo más bonito de mi trabajo es conocer y ahondar en las profundidades de la memoria de las personas, y algo muy especial fue cuando le pregunté a mi abuelo qué regalo le había hecho más ilusión y me contó que fue una camisa blanca, regalo de mi abuela, porque a él nunca le habían hecho regalos por reyes. Me emociona, me gusta la humildad de las personas mayores y lo que valoran los detalles.
-¿Dónde te ves a corto plazo? Me encantaría trabajar de directora de fotografía en videoclips o cine, o de fotógrafa para artistas emergentes que busquen ser retratados mostrando lo que yo muestro.
-Y ahora 3 preguntitas muy rápidas ¿Analógico o digital? Ambas, que los carretes están muy caros jajajaja.
-¿Organizado o improvisado? Espontáneo y natural.
-¿Color o Blanco y negro? Blanco y negro para captar la esencia, siempre.
-Y para acabar, en Kluid hablamos de música, moda, gastronomía y como no de ilustración… ¿nos recomendarías uno de cada? Claro! De música, La Plazuela y Maria José Llergo, de moda me encantan las joyas de Morgana Sanderson y los vestidos de Sister Jane (pero lo que más me gusta es la ropa de las abuelas en los rastros), de gastronomía, un montaito de pringá y el vermut de mi pueblo, de ilustración, María Melero, Claudia Moneo y Borja Cámaras, una escritora que me encanta, María Sánchez, y un tándem muy chulo que acabo de conocer recientemente son Helena Camacho y Jorge Garaje.