
E L E V E N, la nueva colección de Juanma by el Cuco (@jbyelcuco), persevera en su búsqueda de una propuesta funcional y con personalidad. En el proyecto que dirige Juanma Granero se cuidan cada una de las costuras y remates: la producción es local para mantener la coherencia y cada uno de los diseños colaboran en la configuración de un código estético propio. Hablamos con él a propósito de la colección otoño-invierno 2017/2018 para conocer un poco más de su mirada e indagar en la evolución de su trabajo.
Apuestas por un diseño propio que, además, es muy funcional: para la gente a la que de verdad le gusta más un buen diseño que la tendencia o marca de turno.
La verdad es que siempre he intentado que tanto las prendas como la imagen de marca ofrezcan una visión global dentro del panorama de la moda actual y que a su vez respiren ese aire de diseño propio y personalidad. No tiene porqué estar en sintonía con la tendencia de cada temporada, pero no persigo una propuesta sólo de diseño, sino una propuesta estética.
Has pasado algún tiempo en Bélgica últimamente, ¿cómo crees que han influido los aires europeos en la colección?
Al igual que en las anteriores, cuando planteo una colección siempre tiene este aire europeo, global. Tengo bien identificada a la clienta de Juanma by el Cuco y, en este caso, desde el principio se ha planteado para una clienta internacional. Ésta es una colección con una sensibilidad que puede conectar, en definitiva, con cualquier mujer en cualquier parte del mundo.
Al observar la colección, por un lado, viene a la mente la arquitectura, por las formas y líneas rectas. Pero también llaman la atención los estampados gráficos. En ellos, la referencia a la escultura clásica es innegable ¿Qué significan para ti estas otras disciplinas artísticas? ¿Cómo forman parte de tu vida?
La inspiración para mis colecciones parte, en general, del arte. El purismo quizá me viene propiciado por una extrema fijación por el “menos es más», y dejar que las prendas respiren y se adapten al estilo de vida de una forma cotidiana. “El clásico nunca muere” también es otro lema que me fascina. Son, en definitiva, códigos y referencias que me ayudan a potenciar ese concepto que quiero transmitir: prendas duraderas y con alma, que no estén sometidas a corrientes estéticas basadas en el consumo de tendencias. Todo lo contrario: para mí la moda es una forma de entender la vida. Algo duradero. Con el paso del tiempo es cuando realmente se aprecia, se entiende y se puede transmitir.
¿Qué nos puedes contar de los materiales y técnicas empleados en la nueva colección?
La colección reúne todos los materiales con los que trabajo habitualmente, cada vez más nobles: algodones en su gran mayoría, traspirables, ligeros y mezclillas, con composiciones en base al strech para darle esa comodidad que tanto necesitamos. Los patrones van evolucionando, colección tras colección, definiendo un tailoring o sastrería mucho más deportivo y funcional… También la atemporalidad de las prendas deja lugar a poder jugar con ellas en diferentes temporadas y estaciones del año.
Lo que está claro que lo de la moda es una carrera de fondo ¿Sigues con la misma ilusión y apostando por la producción local?
Sí, ¡eso siempre! Es una apuesta segura, sobre todo, para concienciar a la gente, cada día más, de que lo hecho en casa tiene mucho más valor. Actualmente hay marcas españolas que están haciendo un producto muy interesante y de muy alta calidad, que no tienen nada que envidiar al resto de países a los que siempre hemos considerado capitales mundiales de la moda.
Y ya son muchas temporadas ¿Funciona la fórmula? ¿Qué balance harías de todos estos años?
¡Funciona! Ya son once colecciones hasta la fecha, por eso esta colección otoño-invierno 2017/18 se llama E L E V E N. El nombre quiere remarcar como he llegado hasta la fecha con once colecciones hechas y casi todas comercializadas desde el inicio. La fórmula está, ante todo, en ser muy perseverante, muy tenaz, tener una meta y un propósito. Eso para mi es fundamental. Realmente ser diseñador de ropa es una profesión con un fin: poder vestir y proponer un código estético de indumentaria. En mi caso, esto es que exprese una parte artística que me represente como profesional.
El balance es bueno y la evolución es ascendente, sobre todo, a nivel de reconocimiento de imagen de marca y diferenciación. Creo que es algo básico e importante cuando eres una marca de diseño independiente.
Por Sofía Soler (@sofialemoine)


















Créditos sesión
Fotógrafía
Josep Moré
Dirección de arte y vestuario
Juanma Granero
Maquillaje y peluquería
Xavi Valverde
Modelo
Rosa Valentino @ Uno Models
Fashion Assistants
Sushi Pop & Laia Valverde
Agradecimientos
Anna Tossas & Edu Villanúa