“Los 80s forever” y las claves televisivas que marcaron la moda.
Estaba yo el otro día pensando a raíz de esto del cambio climático. ¿Y si escribo un artículo en el que hable de la moda de los años 80s, de su influencia en las tendencias actuales y de los referentes estéticos (para mi claro) más importantes?. Os lo juro que fueron decimas de segundo en las que pensé, y que carajo tendrá que ver la moda de los 80s, mi forma de pensar y el cambio climático… y Greta…y el amazonas….uffff que me caliento y no paro.
Pues eso, que como veréis estoy nada más que regular y en un momento de mi vida en el que te dices a ti mismo (y a veces a los demás) “me lo resbala todo”. Pero puestos a que me resbale, yo personalmente me quedaría con otra mucho más divertida a la vez que placentera “No sé si tirarme al tren…o al maquinista”. Pues eso, que os voy a hablar de los 80s y punto.
No voy a profundizar en las referencias, los estilos, los despropósitos o las chulerías que os voy a enseñar a través de imágenes, porque podríamos estar aquí más horas que en las conclusiones de la cumbre del clima. Más bien lo que quiero es haceros un repaso de los iconos televisivos que han marcado y seguirán, esa estética tan singular y que no paramos de ver en los escaparates de los últimos años independientemente de las temporadas. Y es que los volúmenes estratégicamente situados, las hombreras, la lentejuela, el universo brilli brilli o el casi olvidado y resucitado lamé (tipo de tejido realizado con cintas metálicas) en oro y en plata, se han convertido en imprescindibles de nuestros armarios y de los de nuestras celebrities como Ursula Corberó o Esther Acebo, por citar algunas.
Pero como siempre se ha dicho, “de aquellos polvos vienen estos lodos” y no me refiero justamente al episodio con el maquinista….ya sabéis. Sino a un serie de maravillosos referentes televisivos que marcaron un antes y un después de la moda. No voy a ser cronológico a la hora de hablar de ellos, pero no se nos puede escapar de la retina una película que causo a partes iguales desidia y devoción: Armas de Mujer, o lo que es lo mismo para los que no la hayáis visto Working Girls. En resumidas cuentas y mi consejo: disfrutadla, estudiad los estilismos, quedaos con la música, con la sencillez de los peinados y como no, el antes y el después de Melanie Griffith (que ha mutado a otra persona tras su paso por quirófano).
Otros dos grandes espectáculos visuales y estéticos para cualquier investigador de la moda de los 80s fueron las teleseries estrenadas pocos años antes que el film anteriormente mencionado. Dinastia y V. Si si, dos auténticos bombazos de audiencia que nos hacían engancharnos, enamorarnos, imitar, alabar y hasta venerar a sus protagonistas. La mala malísima Alexis Carrington (Joan Collins), la pava pavísima Krystle Carrington. O en la futurista serie V, la diabólica Diana y la rubia y sensible Juliet, (fijaros como detalle en las dos: morena=mala, rubia=buena) fueron solo algunos de los ejemplos más imitados por todos y por todas en aquella época y entre los que me incluyo lógicamente yo que para eso soy del 70 y a mucho orgullo y arruga. Ea. Series que se han convertido a lo largo de los años en autenticas generadoras de tendencias, de estilo y referentes para diseñadores y para la industria en general. Así os decía yo que de aquellos polvos venían estos lodos, aunque para mi gusto, y en la actualidad, aún no se lleva bien aquello de los cardados pero al tiempo, que todo se andará.
Pero, pero, pero… Ojo ¡¡¡. Aquí en España no podíamos ser menos y también nos apuntamos en su momento al formato ochentero y televisivo de referencia en la moda. Y es que cuando queremos, que por desgracia suele ser en muchas ocasiones, más que exportar, preferimos importar aquello que nos agrada o nos interesa antes que ejecutarlo nosotros mismos (nos encanta todo lo que viene de fuera, y cuanto más perruno más nos mola). Y eso mismo ocurrió en 1983 con Eva Nasarre y su programa para TVE “puesta a punto”. Que a imagen y semejanza de los que ya hacía Jane Fonda para la televisión americana, esta chica juvenil y desenvuelta junto a un equipo de “coleguis” que pretendían parecer “que pasaba por allí”, nos invitaban a hacer deporte a diario para poner nuestros maltrechos y españolísimos cuerpos en forma. Era la época del boom de la estética y había que estar a la altura y como no, familiarizarse con las mallas de colores, los calentadores de lana y así un sinfín de prendas que nos abrían la puerta al universo chandalero. Molar molaba, os lo digo yo, y es por eso que os lo presento en estas dos imágenes. Una de nuestra querida y admirada y desaparecida Eva Nasarre y otra pillada de un fantástico blog que se llama Cyborgdolls.
Llegados a este punto, y después de haberos enseñado cositas molonas de los 80s, no quiero marcharme sin hacer referencia a ella. Una autentica superviviente de las mejores décadas vividas en nuestro país con respecto a moda y por ende embajadora donde las haya de las mejores tendencias, porque ella en si es moda y estilo. Nuestra querida Alaska. En un arrebato de originalidad musical y estético tal y como nos tienen acostumbrados, Fangoria estrena nuevo videoclip titulado “Un boomerang” en el que el grupo compuesto por la propia Alaska y Nacho Canut, hacen una divertida y ochentera recreación de esta estética de la que venimos hablando y de la que sin duda seguiremos. Porque esto es como el camuflaje o el animal print, cuando los creíamos muertos y enterrados, llega Zara y zascassss… los resucita. Pues lo mismo.