«Me llamo Gema Polanco, tengo 24 años y soy artista visual. Nací en Valencia donde he vivido hasta los dieciocho años. Después huí a Londres donde hice varios talleres relacionados con el arte y la moda, accediendo más tarde a un foundation course (año puente experimental con la carrera) en arte y diseño, donde descubrí las artes visuales y a mi tutora, una activista, madre, artista, cantante, profesora la cual tuvo mucha influencia en mi. Entré en University of the artsdonde hice la carrera de fotografía pasando a ser el laboratorio analógico mi segunda casa. Allí hice exposiciones, fui asistente de artistas, descubrí la importancia y el potencial de la fotografía como lenguaje y sobre todo maduré como mujer.
Hace dos años que he vuelto a España ya que sentía una necesidad de saber que estaba pasando aquí porque mucha de mi inspiración viene de los valores tradicionales españoles que me han rodeado a lo largo de mi infancia. Así que el año pasado me mudé a Madrid donde hice el Master de PhotoEspaña y al mismo tiempo que me estaba mudando conocí a mi chico con el cual creamos la editorial Navaja Automatica. Los libros de la editorial se pueden encontrar expuestos tanto en el museo Reina Sofia, como en el ladyfest como en un festival de autoedición.
En mi obra artística y en concreto la que presenté en PhotoEspaña “Como dios manda” parte de mi experiencia personal de ver y sufrir en primera persona la opresión y el poder ejercido por mujeres de mi entorno familiar. Trato también el papel de la mujer como reproductora, víctima y cómplice de un sistema opresivo y las tácticas y herramientas empleadas para este, explorando no las agresivas formas de opresión que todos conocemos, si no las más sutiles y como estas te moldean a través del cariño, consejos, cuidado o chantaje emocional como “el que dirán”, “es por tu bien”, etc.
Actualmente estoy en Barcelona viviendo con mi chico en una comunidad Punk, trabajando en nuestra editorial, haciendo un master de artes visuales y educación, colaborando con artistas y lo que no son artistas, haciendo pelis y dando talleres creativos a adolescentes. El viaje ha sido duro y con muchos altibajos pero tan gratificante que no lo cambiaría por nada».
¿Qué haces para conseguir el equilibrio entre trabajo, familia y ocio?
«No parar y aunque suene muy idílico cuando me entra el bajón pienso que sólo hay una vida y que queda mucho por hacer. Mi chico es artista underground, gran pensador y un hombre del futuro por lo que tengo mucha suerte. Él es mi complice, le cuento todas mis ideas y proyectos, miedos, dudas y el lo entiende y me ayuda muchísimo. También llevamos la editorial juntos y ahora estamos trabajando en una película acerca del significado del espacio y de habitar. Con mi familia me encuentro en el mejor momento, ha habido momentos duros, pero ahora hay mucho amor y respeto. Y luego esta MI MADRE que es mi aliada, somos súper diferentes pero nos entendemos y queremos muchísimo. Mucha de mi obra gira en torno a ella, colaborando juntas y siendo ella el personaje principal o haciendo una performance juntas.
Contestando a esta pregunta me doy cuenta que todo esta muy unido ya que mi práctica artística, como investigadora y profesora es bastante autobiográfica porque además de mi madre, mis abuelos han participado y colaborado mucho en mis proyectos. Además repitiendo lo que ya he mencionado anteriormente, hago pelis y libros con mi chico por lo que trabajo y familia entran muy ligados en mi vida. Respecto al ocio me encanta ir a conciertos y escuchar música, ir al cine, crear, dedicarle tiempo a mi jardín, conversar con mis amigos de como cambiar el mundo y salir a bailar. En mi editorial todo esto se ve reflejando, por ejemplo mi primer libro Pulsion es una compilación de fotografías de una escena muy específica que fotografié durante mi tiempo libre en Londres asistiendo a conciertos y fiestas de esta escena underground londinense».
¿Crees que actualmente la mujer tiene mas posibilidades de crecer emprendiendo en su propio negocio que dentro de una empresa externa a ella?
«Yo jamás he trabajado en una empresa por lo que no puedo hablar de mi experiencia pero si que lo se desde la experiencia de mi madre, tías, amigas y todas ellas han tenido algún que otro problema sobre todo en relación al embarazo y al salario. Yo creo profundamente y soy divulgadora de la filosofía DIY (hazlo tú mismo). Es más duro y hay que trabajar mucho más, pero te eres fiel a ti mismo y es mas fácil crecer ya que tú eres la jefa de ti misma. Mi editorial la llevo yo e imprimo, diseño y monto los libro yo misma junto a Rafa (mi chico). Pienso que en el momento en el que estamos, saber hacer las cosas por nosotras mismas es muy importante a la vez que una forma de enfrentarnos a una sociedad aterradoramente consumista. Pienso que a la vez, la filosofía DIY es una forma de empoderar a las mujeres porque esta, aparte de propulsarme a que haga las cosas por mi misma, conlleva a que me reinvente constantemente, colabore con otras mujeres, me plantee el poder hegemónico y porqué las cosas son como son. Esto interfiere en todos los aspectos de mi vida desde lo práctica artística hasta en como me visto, pintando camisetas y poniendo textos que me dan fuerza y modificando prendas exactamente como me las imagino. También opino que una mujer que se lo propone puede triunfar donde se lo proponga y enfrentarse a cualquier reto para conseguir sus objetivos sea como emprendedora o dentro de una empresa».
Desde tu punto de vista, ¿queda aún mucho que trabajar para alcanzar la verdadera igualdad entre hombres y mujeres?
«Creo que sí, muchísimo. Ahora estamos en un momento muy poderoso porque ya muchas mujeres han conseguido tener voz y ser respetadas y estamos aliándonos y luchando cada día más. En la educación están habiendo muchos cambios, eso es en lo que estoy ahora mismo metida, en concreto en la educación artística como generadora de cambios tratada desde una perspectiva post- feminista por supuesto. La igualdad tiene que estar desde el minuto uno, y cuando digo esto me refiero a que tiene que estar presente en el circulo familiar, guarderías, escuelas, libros de texto, empresas, museo, etc.
Desde mi experiencia he visto que muchas veces nos encontramos en que la igualdad se suele tratar en la universidad siendo en la mayoría de los casos demasiado tarde para evitar situaciones muy duras convirtiéndose muchas veces esas clases en una especie de terapia o meramente de estudio teórico abstraído de la experiencia cotidiana. Por lo que ¡¡Por supuesto que queda por cambiar!!Ahora estamos solo en el principio, debemos aliarnos con todas: hombres, mujeres y los que no entran dentro de ninguna categoría para luchar para que todo el mundo acceda y tenga las herramientas para poder entender desde una edad temprana lo que está pasando en el mundo y así poder combatirlo. El poder ha sido escrito por unos pocos y se ha defendido para el bien y la perdurabilidad de otros pocos, es hora de que nos planteemos y hagamos entender a la gente que la verdad es una construcción social y que es hora de que cambiemos la historia por un mundo mejor, igualitario, pacífico y mágico».
¿Qué se debería cambiar para que no fuera necesario celebrar el Día de la Mujer?
«Creo que en la pregunta anterior contesto más o menos a esta pregunta. Se deberían quitar los estereotipos y cambiar toda aquella cosa que infravalore a las mujeres y a cualquier persona. Muy intuitivamente y sin ser consciente de ello he sido una defensora de la teoría queer toda mi vida (rechazo a la clasificación de los individuos en categorías universales y fijas «mujer», «heterosexual», “homosexual”.. ya que se considera que están sujetas a restricciones impuestas por una cultura en la que la heterosexualidad es obligatoria). Estoy por la diferencia como potencia».
Por último, ¿cuál es su mensaje para el Día Internacional de la Mujer?
«Agradecer a todas las mujeres maravillosas que están a pie de guerra todos los días y a todos los hombres que aman, respetan y han apoyado a las mujeres porque sin vosotrxs esto no sería posible. Aliémonos, juntémonos, creémos, colaboremos, hagamos cosas que cambien o den luz a la lucha por un mundo mejor. Repitiendo lo que mi amigo Fernando Hernández dice: «no existen soluciones que cambien el mundo de un día para otro, pero sí pequeños pasos que nos ayudan a entendernos mejor a nosotros mismos y, puestos que aquí estamos, a actuar para mejorar lo que nos rodea». No hace falta buscarlo lejos, mi amiga Marta tiene unos conocimientos que yo no tengo y yo tengo unos que ella no tiene ¿Por qué no ponerlos en común? ¿Por qué no enseñarnos entre nosotras y no esperar a que alguien enseñe al otro?
En la colaboración está la magia y hasta que el mundo no se de cuenta de que hay que colaborar en vez de competir nada cambiará y lo más importante de todo es que las mujeres nos apoyemos, admiremos y protejamos las unas a la otras. Por todas las locas que habitan dando guerra a este mundo».

Texto por Marina Montiel