Otro ámbito más dominado por hombres. Que el sector de la moda ha estado y está controlado por el género masculino no es ninguna novedad. La mayoría de las grandes casas de moda fueron creadas por hombres y hoy día son ellos los que ocupan mayores puestos de responsabilidad. Sin ir más lejos, de las 16 firmas que actualmente conforman la cámara sindical de la Alta Costura tan solo cuatro (Chanel, Adeline André, Dior y Bouchra Jarrar) son dirigidas por mujeres. Es más, tan solo el 14% de las principales marcas de moda de manera global son dirigidas por mujeres según el último estudio que data de 2018 The Glass Runway. Resulta incongruente teniendo en cuenta que se trata de un sector principalmente orientado a mujeres según su reputación.
El sector de la moda lleva lastrando esta desigualdad de género desde antaño. Las mujeres diseñadoras han quedado relegadas a un segundo plano a lo largo de la historia por sus homólogos hombres. Así pues, si indagamos en personajes históricos de la moda, los resultados son en su mayoría masculinos. Sin embargo, existieron diversas mujeres, además de Chanel y Schiaparelli, que influyeron de manera notable en dicho sector. Es por ello que a continuación rememoramos a tres mujeres diseñadoras, que hoy, especialmente, merecen ser recordadas.
En plena década de los años 30 donde el clasicismo incursionaba imparable en el mundo de la moda Madame Grés encontró en los tejidos el combo perfecto donde plasmar su amor por el arte. Grés, quien anteriormente trabajaba bajo el seudónimo de Alix Barton, destacó en el mundo textil sin formación en costura y de manera autodidacta al adaptar su formación de escultora a las telas. Como si de cariátides de la antigua Grecia se tratasen, esta parisina drapeaba elegantes vestidos de fiesta convirtiendo dicha prenda en su diseño fetiche. Sin embargo, su desvinculación de la vida mediática no ayudaría a comercializar una firma que acabaría por evaporarse. «No tengo nada que decir, en cambio todo que mostrar» declaraba la modista y cuya afirmación no hace más que plasmar la personalidad de una mujer enfocada a trabajar de manera incansable sin la necesidad de tener la aprobación de nadie.
De la misma década data el éxito de Edith Head quien fuera premiada hasta en ocho ocasionas al Óscar a mejor diseño de vestuario. Ocho estatuillas de 35 nominaciones al mismo galardón que la convierten en la mujer con más nominaciones en la historia de los Óscars. Vistió a celebridades como Grace Kelly o a la protagonista de Psicosis, Janet Leigh. Licenciada en Filosofía y Letras, Head capitaneó de manera sobresaliente el departamento de diseño de Paramount Pictures y Universal, consagrándola como uno de los máximos exponentes de Hollywood.
Por último, debemos recordar a Marie-Louise Carven quien cansada de las firmas orientadas a cuerpos “normativos” donde no encontraba talla acorde a su metro y medio de altura creó su propia marca homónima. La casa de costura Carven fue fundada en 1945 y entre la línea Tonneau de Balenciaga y el éxito de otros diseñadores masculinos, esta modista de origen francés logró labrarse un importante hueco. Creadora de textiles juveniles donde la cintura obtenía el principal protagonismo, sirvió de inspiración a la anteriormente mencionada en este artículo Edith Head, quien tomaría algunos de los diseños de la creadora francesa como referencia para el vestuario de varias de las películas para las que trabajó. Desaparecida en 2015, Carven fundó una marca donde poder encontrarse a sí misma y que ayudaría a muchas jóvenes de la época a que se sintiesen identificadas. Además de por sus dotes como modista, debemos destacar a Carven por su carácter altruista, pues durante la Segunda Guerra Mundial acogería a uno de sus empleados judíos, así como a su familia, acto por el que sería condecorada en el año 2000.
Tres mujeres que entre otras tantas dieron un paso al frente y se hicieron a sí mismas. Tres mujeres que lucharon por hacerse ver en un mundo dominado por hombres y que destacaron de manera extraordinaria. Que la igualdad de género sea un hecho. Feliz Día de la Mujer.
Por Juani Barranco