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¿¿Y tú?? ¿¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar por tu pasión??

NIEG salió del búnker y nos ha escrito y tiene mucho que contar acerca de su experiencia. Así no los cuenta él:

 

Qué pasa Berto!

Ya ha terminado el búnker, he tenido que abortar la misión tras 5 días. No fui preparado para ese frío, no sabía que haría tal humedad. Mi intención era concentrarme en grabar el disco, y finalmente mi prioridad fue sobrevivir. He salido de allí con mucha fiebre, dolor de cabeza y sin voz. Aunque tengo que admitir que ahora estando fuera, sí me estoy dando cuenta de que me estaba volviendo loco ahí dentro. Yo pensaba que en todo momento estaba teniendo la situación bajo control. Pero la verdad fue otra. Los primeros días…lo voy a llamar día por llamarlo de alguna manera, ahí dentro ni tenía sentido del tiempo, no se cuánto tiempo he dormido, se que me me acosté 5 veces, de las cuales la primera no pegué ojo por el frío y por el silencio. Y entre la tercera y la cuarta pasaron dos tes y una barrita energética, fueron casi seguidas. Ahí fue el momento más crítico del búnker, tenía mucha fiebre, mucho frío y nada de fuerza… se que después de levantarme la cuarta vez, tuve la sensación de pasar 24 horas a oscuras, tumbado en el frío suelo de hormigón, queriendo ir a cualquier otro lado, pero sabiendo que ahora mismo eso era la mejor opción. En ese momento realmente pensé, que si no mejoraba, ahí me quedaba. Aunque después de todo ese tiempo a oscuras, conseguí recuperar fuerzas, me sentí mejor, aunque mi voz fue lo único que empeoró.

Me levanté e intenté no volver a acostarme, intentaba mantenerme despierto y en movimiento para no dormirme. Tras todo ese tiempo tumbado pasé lo mismo de pie. Volví a coger la botella de whisky para recuperar algo de calor y fuerza y finalmente volví a ser yo. Gritando y riendo en voz alta paseaba por el Bunker, en una mano mi linterna y en la otra mi cuchillo. Incluso delante del micrófono seguía provocando, con mi el cuchillo en mis manos. En ningún momento le tuve miedo al búnker, pero sí respeto. Cuando tenía que ir al pasillo a encender la luz, veía enfrente de mi la puerta prohibida donde no se podía entrar, en la que ponía en letras blancas «Laboratorium, Eintritt verboten» y junto a dicha puerta una columna con un monstruo dibujado que me miraba fijamente a los ojos cuando abría la puerta del pasillo. Todos esos monstruos me miraban, pero no hablaban ni tampoco daban sonido de si, sólo observaban. Finalmente les perdí el respeto y me convertí en su rey. Yo fui el único capaz de vencer al silencio, ninguno de esos monstruos se atrevía a levantarle la voz. Yo gritaba y los miraba con mucha agresividad, con mi cuchillo en la mano gritaba por todo el búnker retando a cualquiera que se atreva a salir de su pared. Pero todos se quedaron callados y finalmente me convertí en el monstruo del búnker. Conquisté los dominios de la oscuridad y me hice con su poder. Entonces me di cuenta lo que tuve que hacer. Las sombras aparecen por qué hay luz. Solo tenía que apagar las luces y entonces mi poder se expandiría por todo el Bunker y nadie, monstruo o sombra se podría esconder de mi. Y eso hice, volví a la oscuridad, y sentí en ese momento que ya nada me podría parar.

Recuerdo volver a despertarme por quinta vez, no se cuánto tiempo pasé en la oscuridad, no se si fueron minutos, horas o días, pero tras ese despertar decidí salir de allí. Mi intención era concentrarme una semana en el disco. Finalmente fueron 5 días de tortura y frío. Así que cuando miré el reloj, poco después de despertarme, vi que eran las 20:45. Tuve que darme prisa para no perder el tren. En el momento que salí del búnkerme di cuenta de la falta de oxígeno que tenía ahí dentro. Volví a poder respirar normal, y por primera ves en 5 días mire hacia arriba. Vi el cielo y tras unos segundos me di cuenta, de que estaba lloviendo. Entre sin ropa adecuada, y salí con la misma de él para entrar en una lluvia incluso más húmeda, aunque ya no hacía tanto frío. De camino por Offenbach hacia la estación de tren me di cuenta que no había nadie en la calle, las pocas personas que se cruzaban conmigo no eran de fiar. Con las manos en los bolsillos escondidos agarraba por un lado mi spray de pimienta y con la otra mi cuchillo. Finalmente llegué a la estación. Transportaba conmigo también mi carrito con mi equipo de grabación. Arriba había un policía. Le pregunté que si sabía cuando llegaría el tren, me dijo que supuestamente a las 21:12 pero tendría 7 minutos de retraso. Aunque este solo llegaba a Frankfurt Süd, me dijo que el siguiente que supuestamente llegaba a la estación principal vendría en 10 minutos. Decidí esperar, aunque no fueron 10 minutos, sino una hora más en la calle mojado con frío. Tras esperar 50 minutos arriba llego el mensaje «Hoy el tren RE51 saldrá desde el andén 3». 10 minutos de tiempo tuve para volver a bajar dos pisos y seguido volver a subirlos. Arriba me encontré con un tipo raro, se llamaba Daniel, era alto, con un peinado raro, bien vestido y súper colocado a extasis. Me invitó a un cigarro, que no me dio tiempo ni de terminar. Subimos al tren y el no paraba de hablar y hablar, me decía todo el rato que el mundo es precioso, y que debemos ser libres y no dejarnos presionar por la sociedad, le parecía genial lo que estoy haciendo y que me encantará Asia, y que el mundo es precioso y que debemos ser libres, y que si alguien quiere dejarse oprimir por alguien que lo haga, pero que él se despierta cuando quiere y no porque alguien le diga que a las 8 tiene que estar en un lugar, y que el mundo es preciosos y que debemos ser libre. Bueno estuve una hora con él, y repitió la misma historia unas 15 veces. El colmo fue cuando me dijo, «tío vengo de after, y he dormido 4 horas en el suelo de la cocina de un amigo mío, estoy hecho polvo» yo antes le había dicho que había salido del búnker y que pasé 5 días en frío y humedad, aunque el iba súper colocado y no se enteraba de nada y yo no tenía fuerzas para hablar, así que solo escuchaba.

Llegado a Hauptwache, decidió liarse un porro delante de todo el mundo, incluso de la policía… llevaba 5 días en una celda y no me apetecía entrar en otro más. Aunque tuvimos suerte. Desde ahí hicimos el resto del camino andando por la lluvia y fumando del porrillo, que por cierto no fue porrillo sino porrazo… el iba al mismo lugar que yo, por lo que todavía me quedaba un largo camino con él.

Cuando llegue a casa, lo primero que hice fue desnudarme y prepararme una bañera, pedí una Pizza y abrí una botella de vino, sin olvidar mi luz azul en el baño. Me puse la repetición de un partido de fútbol del fin de semana, Madrid VS Osasuna. Aunque la pantalla de mi ordenador se apagaba cada 5 minutos, por lo que tenía que pulsar una tecla, la verdad que estaba acostumbrado a repeticiones absurdas del búnker. La cereza sobre la nata sobre el helado de chocolate apareció cuando me fui a meterme en la bañera, me di cuenta que había puesto sin querer el agua fría y no el caliente. Pero me dió igual. Aún así me tumbé en ella. Fue la mejor sensación que tuve en mucho tiempo, pase 5 días entre 0 y 5 grados, con mucha humedad, esta bañera era perfecta, no quería calentarla tampoco. Al principio fue todo bien pero seguía sin fuerzas, tras una hora tumbada en ella el frío me gano y quería salir, pero no pude hasta una hora después. Mi cuerpo no conseguía levantarse. En un último esfuerzo conseguí ducharme, y recuperarme como el ave fénix. Salí con mucha fuerza de ahí. Decidí que compondría una canción para cada una de mis pequeñas aventuras. Me arrepentí no haberla compuesto en el búnker, pero por lo menos escribí la letra.

Entré directo al estudio y me puse manos a la obra, me di cuenta que la letra que había compuesto en la bañera, y que la letra del búnker eran mundos diferentes, en una transmitía un pseudo miedo y mal estar, en la otra era malestar y frustración de verdad. Decidí que haría dos partes en la canción. En el búnker también grabé el sonido que escuchaba yo continuamente, se aprecia el silencio que había, y el sonido que se confundía con personas hablando, esto son los primeros segundos del tema, tras ello llega la letra del búnker y por último llega mi yo normal otra vez. Le debo dar las gracias a mis tres compañeros de celda, mis arañitas que grabaron los coros para este tema. El primer tema del segundo disco ya ha nacido, tengo muchas ganas de que llegue Diciembre y escuchar mi diario musical.

 

Estad atentos que en unos días nos ha prometido sorpresas.

 

#NIEG2

 

 

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